La marca Motorola sobrevivirá a pesar de la venta

Lenovo dio la sorpresa nada más clausurarse el mes de enero al anunciar que se haría con los activos de Motorola Mobility, esa unidad dedicada a la producción de teléfonos móviles que había caído en manos de Google dos años antes.

La intención de Lenovo es clara. Partiendo de su posición como quinto mayor fabricante de smartphones, intentará crecer en cuota más allá del mercado local chino. Y, por lo tanto, repetir la estrategia emprendida cuando adquirió los ordenadores de IBM.

Su CEO, Yang Yuanqing, también ha dejado claro que la intención de su compañía es volver rentable a una Motorola que lo fue todo en móviles pero que ahora atraviesa un periodo de horas bajas, algo que podría conseguir en año y medio gracias, principalmente, a los mercados emergentes.

Con estos planes de negocio puestos encima de la mesa, quedaba por saber si la marca Motorola desaparecería hasta integrarse con la que Lenovo ya usa para sus propios teléfonos móviles o si, por el contrario, conservaría un nombre que todavía es apreciado por parte de los usuarios.

¿La decisión de Lenovo? Conservarlo en aquellos países en los que Motorola ya se había introducido, como pueden ser los europeos o su tierra natal, Estados Unidos. Al menos en lo que a la gama alta de dispositivos se refiere.

Cuando se trate de vender terminales más baratos se decantará por incluir el latiguillo de “Lenovo” en una expresión que quedará completada como “Motorola by Lenovo”.